viernes, 19 de agosto de 2016

Extraído de internacionalistas 36

25 años del intento del Golpe de Estado en la URSS.

El 19 de agosto de 1991 se da el último acto del guión que permitió el hundimiento del primer Estado Socialista surgido de una revolución y el comienzo de la ofensiva neoliberal en su proyecto del Mundo Unipolar y la Gran Contrareforma Liberal en todo el orbe. Ese día, un grupo de mediocres y desorientados burócratas lanzan un intento de los peor organizados Golpes de Estado que conoce la historia moderna cuyo único resultado fue la consecución de la disgregación territorial de la URSS y la reintroducción del capitalismo .
La interpretación conspiranoica de los hechos tan sólo ayuda a la incomprensión de las fuerzas y mecanismos implicados en este proceso. La idea de que todo trascurría bien, pero un vendido Gorbachiov y luego la marioneta de Yeltsin lo estropearon todo - es tan simplista, como alejada de la realidad. Las fuerzas motrices del proceso estaban en el interior de la estructura administrativa del Estado, con más fuerzas en las administraciones republicanas, provinciales y locales y en el interior del PCUS. Los intereses de esta capa de funcionariado en proceso de acumulación de capitales procedentes de la corrupción, desvío de la producción al mercado negro y exportación ilegal, que alcanza su "masa crítica" a mediados de los 80-a, en franca colaboración con el mundo del crimen organizado, que pujaba por legalizar su nuevo estatus y capitales, entra en contacto con los servicios occidentales, en primer lugar, de los EEUU. Este es el origen de la clase dominante hoy día en la FR, igual que en otras ex repúblicas, aunque en distintos momentos y lugares aparezcan con distintos aspectos y maquillajes. Comprender este punto ayuda inestimáblemente a comprender lo que ocurre ahora en el espacio post-soviético y cuales son las fuerzas en el tablero y sus distintas alianzas, como es el caso de la actual Guerra Civil ukraniana .
A pesar de lo que nos cuenten hoy las editoriales de la "prensa seria" occidental, el balance que hace un creciente sector de la población de la ex URSS (con diferencias geográficas a tener en cuenta) es la "nostalgia" por la Unión Soviética, incluso entre las personas que tan sólo la recuerdan ubicada en su infancia (con 30-35 años de edad) y de allí para arriba el porcentaje de apreciación positiva sobre la URSS crece más todavía. Los "expertos" y "politólogos" de los mediass occidentales nos tratan de convencer de que estas manifestaciones son síndromes imperiales que anima el malvado de Putin, que quiere convertirse en un nuevo zar... Esta narración está destinada para imbéciles, que es por quienes nos quieren tomar y con cierto éxito hasta ahora .
En primer lugar, para la población de la ex URSS inevitablemente surge un proceso comparativo de lo que tenían y lo que tienen desde el punto de vista social y calidad de vida y resulta que para las grandes masas trabajadoras esa comparación es apabullantemente a favor de la URSS. No vamos a abordar en profundidad la temática de la seguridad del empleo, cobertura de salud universal, cobertura total de educacción gratuita de CALIDAD, la seguridad en las calles y la ausencia de conflictos xenófobos generalizados. Para los que pueden comparar  allá todo esto en el transcurso de su propia existencia, la respuesta es clara - vivíamos mejor en la URSS. Obviamente, la respuesta varía según a quien le va bien en el baile ahora dependiendo del papel que cumple en el proceso productivo.
Sin ninguna duda, con todos los defectos de la URSS y del socialismo real en general, a la gente de a pie el sistema de economía socializada suponía una forma de vida mucho más integradora y digna que las ruinas que trajo la reintroducción capitalista y la vía occidental. Esta vía, dicho sea de paso, estimuló de forma deliberada las corrientes etnocéntricas y xenófobas que fueron derrotadas por Octubre y posteriormente en la Gran Guerra Patria. Los resultados de las ayudas financieras, logísticas y de inteligencia de la UE y los EEUU en este terreno los estamos contemplando desde la desintegración de Yugoslavia a la actual guerra en Ukrania. La única oposición real que se le puede contraponer a esta tendencia fascistante  es la revindicación de una nueva URSS, proceso que comienza a tomar cuerpo desde los campos y ciudades de Novorossia, desde la Resistencia en Jarkov, Odessa, Kiev, Zaporojzye, Lvov .y también en los voluntarios procedentes de todas las ex repúblicas soviéticas y los combatientes internacionalistas. ¡Socialismo o barbarie!

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