Sobre el desarrollo de los últimos acontecimientos en Turquía
JUNIO 17, 2013
¿Cómo podemos interpretar las constantes y masivas manifestaciones que se han generalizado desde la semana pasada? ¿Es la primavera turca? ¿Una conmoción pública? ¿O un intento de golpe iniciado por los nacionalistas?
Para hacer una interpretación realista, hay que tener en cuenta los últimos incidentes políticos en Turquía, ya que no son sólo una chispa que ha encendido el fuego.
El gobierno del AKP, el aliado más leal de los EE.UU. y el imperialismo occidental en Oriente Medio, un actor importante de la iniciativa de la construcción del “Gran Medio Oriente”, el ejecutor más devoto de las políticas neoliberales que han provocado amplias protestas durante años.
Las políticas como la eliminación de la propiedad pública para entregarla a las multinacionales y magnates locales, los despidos masivos, la reorganización de la vida laboral en contra de los obreros y funcionarios, la externalización, la represión sindical, la restricción de los derechos sociales, los bajos salarios, el incremento de la explotación de los trabajadores en nombre de un mayor rendimiento y la competitividad, etc. han generado protestas locales cada día en fábricas e instituciones.
Por otro lado, la ignorancia de la cuestión kurda y las políticas de asimilación nacional-cultural de los kurdos unido a las detenciones masivas, provocaron repercusiones de gran importancia.
La burguesía urbana y cosmopolita está molesta también por el aumento de la presencia religiosa en la vida pública y las declaraciones del gobierno conservador del AKP. Se han sucedido distintas medidas en este sentido como la instauración de la educación religiosa obligatoria en las escuelas secundarias, la reorganización del sistema educativo de acuerdo a los requerimientos religiosos, el aumento en el número de escuelas religiosas, la creación de un Ministerio de Asuntos Religiosos, que emplea a un gran ejército de clérigos, las restricciones para fumar y para la venta de bebidas alcohólicas, o la reposición los cuadros burocráticos con sectores religiosos pro-AKP.
El AKP, mediante la creación de altas tasas de interés y la venta del patrimonio público al capital extranjero a precios muy bajos, a condición de un flujo de dinero fácil, trató de atraer el capital a Turquía evitando su desvío hacia Oriente Medio o a los bancos y las compañías occidentales . Así que el gobierno del AKP ha sido más exitoso incluso que Europa y EE.UU. en sobrevivir a la crisis económica mundial.
Pero, últimamente, el flujo de dinero fácil del exterior ha disminuido. El AKP ha tratado de evitar la difícil situación económica mediante la implementación de una campaña de construcción de la llamada “transformación urbana”. Las áreas más valiosas en las grandes ciudades fueron expropiadas, estructuras de varios pisos se han edificado en terrenos públicos y se han vendido por precios extremos. Esto está generando un aumento de los problemas de tráfico, la destrucción de las zonas verdes y las políticas caciquiles con las que los seguidores del AKP llenan sus bolsillos. Con este contexto se estaba incubando ya un descontento generalizado.
La política siria del gobierno del AKP ha producido una gran insatisfacción. El apoyo económico a las organizaciones y grupos islámicos radicales y el permiso para que estos grupos se desplieguen en la frontera con Siria ha desencadenado otros muchos problemas. Los islamistas radicales se han convertido en una amenaza para la mayoría alauita en la frontera turca con Siria. Albergar a estos islamistas radicales ha provocado el deterioro del comercio y la economía de la zona en general. El cierre de empresas y el desempleo ha aumentado de forma alarmante. Además, los efectos negativos de los 5 millones de dólares gastados en los opositores de Siria han salido a la luz.
En estas circunstancias, el Primer Ministro Erdoğan anunció que se construiría un centro comercial en el parque de Taksim. El centro comercial se construiría como un cuartel, imitando un cuartel de artillería de la revolución burguesa de 1908, conocido como el cuartel general de las fuerzas reaccionarias, y el centro de la insurrección. El gobierno de AKP pretende resucitar el imaginario de la sublevación reaccionaria y sobreponerlo a la Revolución de 1908. Una parte importante de la población así lo entendió, como un plan urbanístico con un profundo carácter reaccionario. Pero además, sectores ecologistas de Taksim también elevaron sus quejas por el hecho de que casi ningún espacio verde quedaría con el centro comercial. La intención de Erdogan para cambiar el paisaje de la ciudad sin el consentimiento de la mayoría abrió el camino a un levantamiento contra sus políticas dictatoriales.
En el Parque Gezi de Taksim, comenzó la resistencia. Las máquinas entraron en acción para realizar la demolición, lo que atrajo a miles de personas al Parque Gezi de Taksim. Ya en la madrugada, después de que la masa principal de gente había salido del parque, las fuerzas de la policía atacaron a un grupo pequeño que dormía en tiendas de campaña. La policía quemó las tiendas, los activistas fueron golpeados y rociados con gas pimienta.
Hace un mes, en la manifestación del 1 de mayo en Taksim el gobierno del AKP prohibió el acceso en una distancia de veinte millas y el transporte público que da acceso a la zona se ordenó que quedara paralizado, cortaron el acceso a las partes de asiática y europea de la ciudad durante todo el día, y los manifestantes fueron sometidos a la agresión, el gas pimienta y los cañones de agua. Las precauciones tomadas por el gobierno del AKP han perjudicado a todas las personas de Estambul y también a los turistas.
Ahora, de nuevo, se utiliza el mismo método para terminar con la lucha en el Parque Gezi de Taksim. Este último ataque, ha exasperado a un amplio sector de las masas y decenas de miles de personas se dirigieron a Taksim. Al término de la jornada laboral, el número de personas en la plaza Taksim alcanzó las cien mil. Los cañones de agua y el gas fueron los protagonistas de la acción policial. A pesar de la censura promovida por los medios de comunicación burgueses, gracias a los esfuerzos de los medios de comunicación social y algunos órganos de expresión revolucionarios y democráticos, los acontecimientos han trascendido a la opinión pública. Las acciones se extendieron a Ankara e Izmir. Las personas no abandonan las calles hasta la noche. En Izmir, Ankara y Estambul, los enfrentamientos entre la policía y los activistas fueron realmente duros. Se levantaron barricadas. Durante los enfrentamientos, algunos jóvenes han muerto en Ankara, Estambul y la ciudad de Hatay. Decenas de miles de personas han resultado heridas y han sido arrestadas. El responsable de la organización juvenil de nuestro Partido en Ankara también ha sido gravemente herido y detenido.
Muchos de los manifestantes eran jóvenes y mujeres. Las hinchadas de los equipos de fútbol también participaron de las manifestaciones dejando a un lado las rivalidades entre los diferentes equipos. Uno de los lemas más utilizados de las protestas era “Gobierno Dimisión”. Las masas que participaron de las manifestaciones eran a menudo gente que no pertenecía a ninguna organización política.
Nuestro partido, todos los partidos revolucionarios y democráticos, ecologistas, colegios de médicos, de ingenieros y de arquitectos, los sindicatos de trabajadores del sector público, los alauitas, los intelectuales y los artistas, abogados, grupos nacionalistas, etc. Todos los sectores laicos que están de acuerdo en que el gobierno del AKP poco a poco fue construyendo un sistema legal religioso.
Nuestro Partido, participando de las manifestaciones con todos sus cuadro y organizaciones, trató de atraer a la masa trabajadora, los proletarios y los sindicatos hacia la acción. Asegurando la formación en los instrumentos legales de las acciones y para perfeccionar los objetivos.
Así, se convocaron protestas para la solución democrática y popular de la cuestión kurda, la supresión de las restricciones a la libertad de prensa, de expresión y de asociación; por los derechos la minoría aleví; para la devolución de los derechos usurpados a la clase obrera y otros trabajadores; la eliminación del umbral mínimo para la representación parlamentaria; para determinar y sancionar a los responsables de las masacres como las de Roboski y Reyhanli; impidiendo a la policía el uso del gas pimienta sobre los manifestantes; por la prohibición de la destrucción de las ciudades, la prohibición de la destrucción de los espacios verdes en alquiler y el fin de la tala de sus árboles. Se llamaba a la huelga general y la resistencia.
Se convocó a la gente a organizarse y luchar. Hoy, Sindicato de los Trabajadores del Sector Público (KESK) y la Confederación de Sindicatos Revolucionarios están desarrollando una huelga general. Los acontecimientos en Turquía esta semana tienen aspectos similares y también diferentes de los procesos vividos en Túnez, Egipto y otros países árabes. Las similitudes son: amplias masas diciendo “ya basta” llenando las calles con ganas de luchar. Las diferencias son el nivel de organización de las masas y las reivindicaciones. Durante los últimos cinco años, acciones similares se llevaron a cabo no sólo en los países árabes o en Turquía, también en países europeos como Grecia, Italia, Portugal, España, Francia e Inglaterra, y en algunos países de América Latina. Vemos que el fondo común en todos estos procesos son las masas en rebelión contra la represión y la explotación del capitalismo.
Y creemos evidente que la gente en rebelión contra la clase dominante por sus propios derechos y por la libertad se fortalecerán con la solidaridad internacional y la unidad.”
Partido del Trabajo (EMEP)
Turquía
4 de junio 2013
www.emep.org
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