Carta de Stalin a Lysenko
Lysenko escribió varias veces a Stalin, y éste respondió a sus cartas en una ocasión. En su respuesta el dirigente soviético demostraba conocer bien las técnicas agrícolas, pero carecer por completo de conocimientos acerca de la Teoría de la Selección. Lysenko usaría esta carta para demostrar su amistad con Stalin, si bien esa amistad fue prácticamente inexistente ya que apenas coincidieron; cuando lo hacían, además, era en actos de carácter oficial. Pero la carta tuvo el efecto esperado; se demostró que Stalin era un lamarkiano convencido y eso le bastó a Lysenko. A continuación el texto completo de la carta, fechada el 31 de octubre de 1947: 7
Estimado Trofim Denisovich, Me alegra saber que por fin has prestado la atención adecuada al asunto del trigo ramificado. Indudablemente, si queremos aumentar sustancialmente la cosecha de trigo, el trigo ramificado tiene una gran importancia dado que contiene el mayor potencial para lograr dicho objetivo. Es una pena que no hayas intentado cultivar ese trigo en su ambiente "adecuado" sino que lo hayas hecho en unas condiciones que te convenían a ti, como investigador. Este trigo es una variedad del sur y necesita algo de luz y suficiente humedad. Si no se dan estas circuntancias, es difícil percibir con claridad todo su potencial. Yo, en tu lugar, no habría experimentado con trigo ramificado en el distrito de Odesa (¡es demasiado árido!) o cerca de Moscú (¡muy poco sol!), sino que, por ejemplo, lo habría hecho cerca de Kiev o en Ucrania Occidental, donde hay suficiente sol y la humedad está garantizada. De todos modos te felicito por tu experimento en los distritos de las afueras de Moscú. Puedes contar con el gobierno para que apoye tu empresa. También doy la bienvenida a tu iniciativa de la hibridación del trigo. Desde luego se trata de una idea muy prometedora. No hay duda de que las perspectivas para las actuales variedades de trigo no son muy buenas y la hibridación podría ayudar en algo. Pronto hablaremos en Moscú sobre la producción de plantas de caucho y la siembra de trigo en invierno. En cuanto a la situación de la biología en el ámbito teórico, pienso que la postura de Michurin es la única que realiza un enfoque científico válido. Los weissmanistas y sus seguidores, que niegan la herencia de características adquiridas, no merecen entrar en el debate. El futuro pertenece a Michurin. Un saludo, J Stalin
La carta demuestra la premura que tenía el dirigente soviético en los milagros. La colectivización había destrozado el campo, y Stalin creyó (o hizo como si creyese) en los milagros. Por ejemplo, se intentó la introducción de canguros, de antílopes africanos o crias de conejos, resultando un desastre. Este ejemplo, tan conocido, quizás fue el caso más sonado de una serie de intentos desesperados por devolver al campo la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario